Intereconomía sigue al límite. A la bajada unilateral del 10% de los salarios, se ha sumado ahora la oferta de bajas incentivadas con 30 días de indemnización. Los colaboradores acumulan pagos desde hace algunos meses y parte de la plantilla ya está sufriendo retrasos en sus nóminas. Ante esta situación, crece la posibilidad de solicitar el concurso de acreedores.
La bajada de la publicidad ha terminado dinamitar el proyecto que ha sobrevivido a duras penas los últos años. El Grupo acumula pérdidas 39 millones en los últos cuatro cursos y unas deudas que superarían los 31 millones de euros. Desde hace más de un año que Julio Ariza busca sin éxito un inversor que pueda aliviar esta compleja situación, la publicidad institucional también le ha dado la espalda y su hipotética salida a Bolsa se ha paralizado ante sus problemas de liquidez. Frente a este cuadro una de las únicas soluciones está siendo pulsar brutales recortes de costes y en últo término solicitar el concurso voluntario de acreedores.
En un prer momento se propuso una rebaja salarial del 10%, que días después se puso unilateralmente. A ello se ha sumado ahora la apertura de un periodo de bajas voluntarias ofreciendo 30 días año trabajado y un tope de 18 mensualidades. Las fuertes extraoficiales hablan de que, con los actuales niveles de ingreso, en el Grupo sobran no menos de 300 puestos de trabajo de una plantilla de entre 700 y 800 personas. En Intereconomía se niegan a hablar de ERE, pero todos los pasos que se están dando apuntan en esta dirección.
Paralelamente, los problemas de liquidez se hacen cada vez más evidentes. Hace unos meses que el Grupo viene teniendo problemas para pagar a los proveedores, una situación que posteriormente se extendió a los colaboradores y que ahora afecta a la plantilla fija que está teniendo problemas para cobrar sus nóminas. Julio Ariza se ha comprometido a que todos cobrarán prontamente aunque no ha dado ningún calendario ni ha atado fechas.
El grupo reconoce en privado que incluso muchas de estas medidas se pueden quedar cortas si es que no entrar dinero prontamente al Grupo, algo que parece posible dada la actual situación económica de las autonomías y de la inversión publicitaria privada. En este escenario incluso la presentación del concurso de acreedores cobra cada vez más fuerza entre los directivos de la compañía. Hay muchos que incluso habla de días y que salvo financiación ‘in extemis’, la única salida es la cesación de pagos.
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