Con sólo 47 años Ricardo Aparicio lleva casi treinta detrás de un micrófono. Empezó haciendo musicales y retransmitiendo fútbol, para pasar pronto a ser el sustituto de Luís del Olmo en Protagonistas, con tan sólo 23 años. Poco después se iniciaría en el mundo de la salud, del que es uno de los periodistas más representativos. Su programa ‘Salud y calidad de vida’, con el que lleva veinte años, se emite diariamente en Punto Radio. El pasado octubre se le concedió el premio ‘Antena de Oro’ su trayectoria profesional.
|
En mis ratos libres me gusta… el dete, tanto hacerlo como verlo Un libro… se que no soy muy original, pero El alquista Un periódico… todos, pero si tengo que quedarme con uno Un deseo… salud y ser feliz, pero eso ya son dos No soto… la gente que es ignorante y va la vida de sabihonda Me encanta… ver crecer a mis hijos y mi trabajo, la radio me encanta De mayor quería ser… periodista Un lema para la vida… de momento: no me puedo quejar. |
¿Cuál fue la idea que te llevó a ser periodista?
De pequeñito me escuchaba todos los carruseles detivos eso quise hacer periodismo, para entrar en la radio y poder retrasmitir partidos de fútbol. Esa era mi vocación.
Y entonces, ¿cómo comenzaste en el mundo de la salud?
Un poco de casualidad. Después de retrasmitir durante diez años partidos de fútbol, que era lo que quería, entro en salud cuando en el año 83 se inaugura en Barcelona Radio Salud, que estaba dentro del holding de las emisoras en las que yo trabajaba: Radio Mataró y Radio Miramar. Su director me llamó para hacerme cargo de un programa llamado Centro Médico, relacionado con el programa de televisión que entonces llevaba el Doctor Cano y allí empecé. Así se despertó mi vocación el tema de la medicina aunque lo he ido compaginando con otro tipo de cosas.
¿No te arrepientes de haber dejado el fútbol?
En mayo del año pasado pude retransmitir dos partidos en Punto Radio después de muchos años. No era lo mismo, la manera en que yo retransmitía el fútbol antes era tremendamente viva, no había partidos televisados ni gente viendo el partido la tele. Tampoco había compañeros en los vestuarios, era uno mismo durante todo el partido. Pero ahora con 47 años no tengo la fuerza que tenía en la veintena cuando lo hacía. Lo dejé voluntariamente, es una página pasada de mi vida a la que estoy agradecida que me llevó al mundo de la radio.
¿Cómo elaboráis los temas de los programas? ¿Los sacas de las dudas de los oyentes, inspiración del equipo u os ponéis en contacto con especialistas?
Con nosotros colaboran muy directamente la práctica totalidad de las sociedades médicas españolas, así que solemos consultar con ellos los temas que les interesan. Nuestro punto de referencia son las asociaciones, pero desde luego a nadie se le escapa que cuando viene la temada de alergias hablamos de alergias, y ahora de resfriados, de gripes y catarros. También tenemos en consideración si hay muchas llamadas de oyentes sobre un tema en especial, si una empresa farmacéutica ha lanzado un producto nuevo Pero lo cierto es que después de casi 20 años este programa esta bastante pautado.
Después de tantos años, ¿es difícil no estancarse?
La radio es como una vida que pasa en una hora, lo que dura nuestro programa. En esa hora nace, crece y muere, pero nunca es igual al otro, es otra vida. Aunque entrevistes al mismo médico sobre el mismo tema las connotaciones son distintas, tu estado de áno es diferente, la cosa cambia. Te puede estancar la audiencia pero tú no te estancas. Claro que hay cambios hace poco hemos incluido tertulias y pequeños retajes que antes no hacíamos. Intentamos dar pequeños toques pero las cosas cuando funcionan, es mejor no tocarlas.
La información sanitaria sigue siendo minoritaria y su presencia en los medios, aunque cada vez es mayor, sigue siendo pequeña, en radio ¿no es todavía más complicado?
Hay que tener claro que estamos ante un programa que es sectorial, y que nunca va a tener unos grandes índices de audiencia. A cambio sabes que toda la gente que está ahí es un cien cien devota de lo que estás hablando. Entonces el reto que se nos plantea, y sobretodo en una sociedad que gracias a Intet tiene acceso a toda la información, es hablar de la manera más llana y clara posible.
Por eso cuando yo me siento al micrófono intento ser un paciente. A los médicos, a los farmacéuticos cuando vienen prera vez les digo: agínense que yo soy su enfermo, su cliente en la oficina de farmacia y yo les estoy preguntando, olvídense del micrófono y háblenme a mí para que yo les entienda. Hay que bajar el nivel, eso creo que un programa de salud lo tiene que hacer un periodista, no un médico.
¿Entonces no hay profesionales del mundo de la sanidad en su equipo?
No, en el equipo somos todos periodistas pero desde luego bebemos de las fuentes y de los conocientos de las sociedades médicas. Vamos muy apoyados los médicos pero no tenemos ninguno en nómina.
Después de 28 años de experiencia profesional, ¿consideras que ha cambiado mucho este mundo?
Lo que ha ocurrido es que la industria farmacéutica ha aceptado la radio como medio de difusión de sus productos. Cuando empezamos hace veinte años difícilmente un laboratorio confiaba en la radio como su guía de comunicación. Estaba la televisión, las revistas especializadas, los congresos y poco más. Los médicos también eran reacios que no había profesionales que hicieran revistas médicas, se buscaba el titular amarillento. Pero eso ha cambiado con programas como el nuestro.
Hace apenas un mes le entregaron el premio ‘Antena de Oro’ su trayectoria en radio. ¿Qué ha supuesto este premio para su carrera? ¿Afectará al programa?
Me reafirma que estamos en la línea pero no va a cambiar nada. Todos los premios, sobre todo una ‘Antena de Oro’, es una forma de agradeciento y de reconociento a una labor más o menos bien hecha.
