En la Tierra a jueves, 2 mayo, 2024

Prospectos difícilmente compresibles

Solamente 1 de los 100 fármacos más recetados en nuestro país tiene un prospecto que los pacientes consideran legible. Así se ha puesto de manifiesto en el encuentro entre expertos y pacientes "Funciones y utilidad del prospecto del medicamento", organizado el Foro Español de Pacientes con la colaboración de Esteve.

Solamente 1 de los 100 fármacos más recetados en nuestro país tiene un prospecto que los pacientes consideran legible. Así se ha puesto de manifiesto en el encuentro entre expertos y pacientes “Funciones y utilidad del prospecto del medicamento”, organizado el Foro Español de Pacientes con la colaboración de Esteve.

 

El principal objetivo del encuentro ha sido intentar   consensuar, definir y proponer un formato y marco organizativolegal que mejore la utilidad de los prospectos, así como mejorar la calidad en la atención e información a los pacientes.

 

El hecho de que un prospecto no sea bien entendido el paciente que está consumiendo ese fármaco puede tener repercusiones negativas sobre su estado de salud, “ya sea que realice una ingestión incorrecta del mismo o que abandone la terapia al considerar que el fármaco va a causar más daños que beneficios a su organismo”, explica el Dr. Vicente Baos, Coordinador del Grupo de Utilización de Fármacos de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc).

 

Los pacientes no están satisfechos con la información que aparece en los prospectos. Albert Jovell, presidente del Foro Español de Pacientes, afirma que “los prospectos no están bien construidos, lo que los enfermos no los entienden como deberían; atan una información demasiado técnica, su lenguaje es muy complicado, los efectos secundarios que describen asustan… Esto perjudica notablemente las posibilidades de que los pacientes lleven a cabo correctamente su tratamiento”.

 

 

Un estudio sobre la legibilidad de los prospectos realizado recientemente la Escuela Andaluza de Salud Pública, en colaboración con el Ministerio de Sanidad y Consumo, corrobora estas apreciaciones sobre la dificultad de los pacientes para comprender los prospectos: sólo 1 de los 100 medicamentos más recetados en España (en 2003) puede ser considerado legible; es decir, se trata de un texto que favorece la comunicación eficaz entre dicho texto y el lector (el paciente en este caso), de acuerdo con la competencia de éste y con las condiciones en que se realiza la lectura. Entre los 25 fármacos más recetados, ninguno consigue ser considerado como legible.

 

Tanto los resultados obtenidos en este estudio como otras investigaciones dedicadas a analizar los materiales escritos dirigidos a los pacientes señalan que los prospectos poseen una escasa legibilidad lingüística, que sus frases y palabras son largas y complicadas, y que el lenguaje es muy técnico y distante de las necesidades reales de los destinatarios.

 

Ello supone que muchos pacientes consulten a sus médicos sobre la información que aparece en los prospectos, pues no comprenden bien sus indicaciones o se “asustan” ante los posibles efectos adversos que puede provocar su consumo. “Es muy habitual que los pacientes nos expongan sus dudas sobre los prospectos en las consultas. Para evitarlo, sería aconsejable que estos documentos explicaran claramente para qué sirve el fármaco, cuáles son los beneficios de su administración y que matizaran los efectos adversos que causan para no provocar el alarmismo que muchas veces generan”, señala el Dr. Vicente Baos.

 

Y es que la información al paciente no es sólo la que emana de los profesionales sanitarios, que es verbal, sino también de la escrita que contiene el prospecto. “Es claro que el prospecto, conforme a la legalidad vigente, debe de ser legible todos los ciudadanos y tiene que estar redactado en términos claros, lo que, hoy hoy, efectivamente, no sucede. Las Administraciones en prer lugar, y en segundo lugar la industria deben ser conscientes de que la finalidad del prospecto es la de informar y en modo alguno la de atemorizar y mucho menos cubrir cuotas de responsabilidad para posibles interacciones que pudieran dar lugar a reclamaciones indeseadas”, comenta D. Mariano Avilés, presidente de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico.

 

Un prospecto “encorsetado”

 

Para resolver estos problemas, los prospectos de los fármacos deberían adoptar las recomendaciones realizadas la Unión Europea al respecto, algo en lo que deberían trabajar conjuntamente tanto el Ministerio de Sanidad y Consumo español como la industria farmacéutica, según pone de relieve Eugeni Sedano, Director de Relaciones Institucionales de Esteve. Eso sí, reconoce que puede que eso sea insuficiente, ya que los prospectos se encuentran “encorsetados” al ser una pieza del proceso de autorización de comercialización del medicamento, y al tener que reflejar toda la I+D y el conociento disponible sobre el fármaco. Ello plicaría que tal vez debiera considerarse la conveniencia de diseñar documentos adiciones o complementarios accesibles para el paciente.

 

Además de incluir estas recomendaciones de la UE en los prospectos, Albert Jovell, Presidente del Foro Español de Pacientes, considera que sería necesario “realizar una adaptación específica para nuestro país, teniendo en cuenta las características de los pacientes españoles, y siempre que sea consensuada las autoridades sanitarias, la industria farmacéutica y las asociaciones de pacientes”.

 

Recomendaciones

 

Entre las recomendaciones que se ha considerado preciso adoptar los expertos que han intervenido en la Jornada “Funciones y utilidad del prospecto del medicamento” destacan, además de adecuar los prospectos a la nueva legislación:

  • Establecer un índice con información clara y ordenada.
  • Extraer información relevante de la ficha técnica y la necesaria para el paciente.
  • Remarcar los beneficios que ata el tratamiento.
  • Definir de forma clara el pacto de los efectos adversos.
  • Colocar el nombre comercial y el principio activo en la cabecera.
  • Dar información sobre los excipientes.
  • Facilitar un número de teléfono del laboratorio farmacéutico para poder solicitar información del producto.

 

Otros consejos que los prospectos deberían adoptar para aumentar su legibilidad, según destaca el estudio realizado  la Escuela Andaluza de Salud Pública, son que incluyan información no sólo del medicamento, sino también que la incidencia de los efectos secundarios aparezca reflejada con centajes; que exista mayor claridad e información en el apartado de posología; que el lenguaje sea más coloquial y con expresiones más sencillas; que la letra sea de un tamaño mayor y se resalten los con negrita los aspectos de mayor interés…

 

Además, sería conveniente que los prospectos incluyeran otros canales de información accesibles para los pacientes, como un teléfono de consulta o una página web elaborada un organismo público, con las suficientes garantías de fiabilidad.

 

 

NOTICIAS RELACIONADAS

Relacionados Posts

Premiados de la XX edición de 'Los mejores de PR'

Noticias recientes

Newsletter
Logo prnoticias

Suscríbete a nuestro newsletter!

Recibirás nuestro boletín de noticias y contenido exclusivo.