Solamente 1 de los 100 fármacos más recetados en nuestro país tiene un prospecto que los pacientes consideran legible. Así se ha puesto de manifiesto en el encuentro entre expertos y pacientes "Funciones y utilidad del prospecto del medicamento", organizado el Foro Español de Pacientes con la colaboración de Esteve.
Solamente 1 de los 100 fármacos más recetados en nuestro país tiene un prospecto que los pacientes consideran legible. Así se ha puesto de manifiesto en el encuentro entre expertos y pacientes “Funciones y utilidad del prospecto del medicamento”, organizado el Foro Español de Pacientes con la colaboración de Esteve.
El principal objetivo del encuentro ha sido intentar consensuar, definir y proponer un formato y marco organizativolegal que mejore la utilidad de los prospectos, así como mejorar la calidad en la atención e información a los pacientes.
El hecho de que un prospecto no sea bien entendido el paciente que está consumiendo ese fármaco puede tener repercusiones negativas sobre su estado de salud, “ya sea que realice una ingestión incorrecta del mismo o que abandone la terapia al considerar que el fármaco va a causar más daños que beneficios a su organismo”, explica el Dr. Vicente Baos, Coordinador del Grupo de Utilización de Fármacos de
Los pacientes no están satisfechos con la información que aparece en los prospectos. Albert Jovell, presidente del Foro Español de Pacientes, afirma que “los prospectos no están bien construidos, lo que los enfermos no los entienden como deberían; atan una información demasiado técnica, su lenguaje es muy complicado, los efectos secundarios que describen asustan… Esto perjudica notablemente las posibilidades de que los pacientes lleven a cabo correctamente su tratamiento”.
Un estudio sobre la legibilidad de los prospectos realizado recientemente
Tanto los resultados obtenidos en este estudio como otras investigaciones dedicadas a analizar los materiales escritos dirigidos a los pacientes señalan que los prospectos poseen una escasa legibilidad lingüística, que sus frases y palabras son largas y complicadas, y que el lenguaje es muy técnico y distante de las necesidades reales de los destinatarios.
Ello supone que muchos pacientes consulten a sus médicos sobre la información que aparece en los prospectos, pues no comprenden bien sus indicaciones o se “asustan” ante los posibles efectos adversos que puede provocar su consumo. “Es muy habitual que los pacientes nos expongan sus dudas sobre los prospectos en las consultas. Para evitarlo, sería aconsejable que estos documentos explicaran claramente para qué sirve el fármaco, cuáles son los beneficios de su administración y que matizaran los efectos adversos que causan para no provocar el alarmismo que muchas veces generan”, señala el Dr. Vicente Baos.
Y es que la información al paciente no es sólo la que emana de los profesionales sanitarios, que es verbal, sino también de la escrita que contiene el prospecto. “Es claro que el prospecto, conforme a la legalidad vigente, debe de ser legible todos los ciudadanos y tiene que estar redactado en términos claros, lo que, hoy hoy, efectivamente, no sucede. Las Administraciones en prer lugar, y en segundo lugar la industria deben ser conscientes de que la finalidad del prospecto es la de informar y en modo alguno la de atemorizar y mucho menos cubrir cuotas de responsabilidad para posibles interacciones que pudieran dar lugar a reclamaciones indeseadas”, comenta D. Mariano Avilés, presidente de
Un prospecto “encorsetado”
Para resolver estos problemas, los prospectos de los fármacos deberían adoptar las recomendaciones realizadas
Además de incluir estas recomendaciones de
Recomendaciones
Entre las recomendaciones que se ha considerado preciso adoptar los expertos que han intervenido en
- Establecer un índice con información clara y ordenada.
- Extraer información relevante de la ficha técnica y la necesaria para el paciente.
- Remarcar los beneficios que ata el tratamiento.
- Definir de forma clara el pacto de los efectos adversos.
- Colocar el nombre comercial y el principio activo en la cabecera.
- Dar información sobre los excipientes.
- Facilitar un número de teléfono del laboratorio farmacéutico para poder solicitar información del producto.
Otros consejos que los prospectos deberían adoptar para aumentar su legibilidad, según destaca el estudio realizado
Además, sería conveniente que los prospectos incluyeran otros canales de información accesibles para los pacientes, como un teléfono de consulta o una página web elaborada un organismo público, con las suficientes garantías de fiabilidad.